En los inicios del siglo XX se desarrolló en Alemania una de las cinematografías más atractivas del naciente nuevo medio que tendría una repercusión extraordinaria en el progreso y crecimiento del cine.
Es fácil sentirse fascinado ante la proliferación de grandes cineastas, actores, guionistas o escenógrafos que dejaron su huella antes del advenimiento del nazismo, culpable asimismo del masivo éxodo de genios que se produjo hacia un receptivo Hollywood. A principios de siglo eclosionó este movimiento expresionista como una respuesta airada al impresionismo, un movimiento tan popular en aquella Alemania que impregnó todo el panorama cultural -pintura y literatura fueron las artes pioneras más destacables e influyentes-. Naturalmente, la fuerza de este movimiento exaltado y atormentado, deformador y de sensibilidad gótica, hijo del pensamiento idealista alemán del XIX, debía incidir temática y artísticamente en la creciente potencia cinematográfica alemana. No obstante se debe aclarar que no todo el cine producido en aquel periodo de entre-guerras en Alemania estaba marcado por el expresionismo, aunque la calidad de las obras bajo este epígrafe y su posterior repercusión nos hace creer que todo el cine alemán era expresionista. Pero es que los aficionados al cine guardamos un casi exclusivo recuerdo de esas obras de corte fantástico que han perdurado por encima de otro tipo de cine, obras maestras como El gabinete del doctor Caligari, El Golem, Nosferatu, Fausto, El doctor Mabuse, Metrópolis y tantas otras.
Este cine es un complemento al movimiento plástico y literario que se desarrollaba en Alemania. De hecho, el expresionismo cinematográfico es hijo directo de la dramaturgia de su tiempo, porque todas las inventivas del teatro fueron aplicadas con gran acierto al nuevo medio. En su Historia básica del arte escénico, César Oliva y Francisco Torres Monreal apuntan algunas de esas claves del teatro expresionista que acabarán convirtiéndose en pautas referenciales para el cine, como la aportación de libretos con un realismo desfigurado "surgido en parte del inconsciente, de sus sueños y pesadillas, de los mitos colectivos y sus ritos esotéricos", una escenografía basada en juegos de sombras y claridades proporcionadas por la iluminación, un decorado y combinación de actores construido en base a "sus líneas de fuerza, sus momentos de exaltación y sus gritos" y una ausencia de maquinaria distractora que pudiera impedir la implicación del público en el espectáculo.
Y si existe un personaje fundamental en el teatro alemán de ese periodo, ese es Max Reinhardt quien fuera un inspirado y renovador director teatral que aunque, según Lotte H. Eisner no tenía relación en sus trabajos con el expresionismo, ejerció una gran influencia en ese cine gracias a sus aportaciones en el campo de la iluminación, vestuario y escenografía. Sus trabajos de iluminación derivan de una necesidad: las restricciones de luz sufridas en Alemania que obligaron a pintar e idear espacios de contrastes entre la luz y la sombra. La técnica de iluminar bruscamente un personaje o un objeto para concentrar la atención del espectador, mientras el resto queda en penumbra fue una característica adoptada por el cine expresionista y heredada magistralmente por el cine negro y de terror del período clásico americano. El desarrollo de las técnicas en iluminación se convirtió en su mayor tributo, una aportación fundamental en el progreso del cine del que todavía debemos estar agradecidos.
Pero esencialmente este gran animador teatral que fue Max Reinhardt ejerció su influencia en todo ese cine expresionista que acabó adoptando sus contribuciones escenográficas, la creación de personajes y vestuario. De hecho, su compañía teatral estuvo integrada en algún momento por personalidades relevantes de ese cine y otros que realizaron su aprendizaje con el gran maestro y así encontramos bajo su influencia cineastas como Murnau, Wegener, Lubistch, Muni, Preminger o Dieterle y actores como Conrad Veidt o Emil Jannings.
Max Reinhardt, como un personaje inquieto que era, además de revolucionar el teatro con centenares de espectáculos de dramaturgos clásicos y contemporáneos, quiso probar suerte en el cine y aunque en el período alemán llegó a dirigir tres películas, se le recuerda especialmente por su adaptación de El sueño de una noche de verano, codirigida con su discípulo William Dieterle. Pocos hombres conocían el teatro de Shakespeare tan bien como él y en particular esta obra, con la que había cosechado sus mejores éxitos y por eso, cuando la Warner decidió traspasarla a la pantalla, le encargó su dirección y no escatimó en gastos al crear un enorme bosque en dos grandes platós, dejando la coreografía de las criaturas del bosque en manos de la hermana del gran Nijinski al son de la música de Mendelssohn, los increíbles efectos especiales a cargo de Byron Haskin y un plantel de actores de primera categoría. La película fue un gran fracaso, pero hoy en día es rescatada como una obra de culto, revisión muy detallista de esa deliciosa comedia de Shakespeare -más nombrada que leída- y que nos trae los mejores apuntes de Max Reinhardt.
Os invito a revisar la filmografía expresionista donde podréis apreciar el talento que rezuma de este gran genio teatral.
Carlos, Cine y Expresionismo, Expresionismo y Surrealismo, ¿te acuerdas? Probablemente de las clases que más hemos disfrutado y una de esas clases que no se me han olvidado. ¿Te acuerdas de nuestro trabajo sobre decorados expresionistas? ¿De la biblioteca de teatro en Nou de la Rambla? ¿Habrá llegado la tecnología a aquel lugar o preferirán seguir utilizando esos ficheros escritos con una caligrafía impecable? Nada que lo que sé sobre este tema se lo debo sobre todo al profesor Ibáñez, que por fin leo una entrada tuya y compruebo orgullosa que he visto casi todas las películas que citas. Ya sabes que los decorados me subyugaron desde el momento que vi la primera película expresionista. Un beso
ResponderEliminarMe acuerdo y mucho de aquella asignatura y de su profesor al que siempre que puedo le sigo la pista. Yo que andaba como fuera de lugar en Historia del arte, tengo esa asignatura de Expresionismo como una de las mejores de toda la carrera.
ResponderEliminarMe has hecho recordar aquella biblioteca tan especial y ese trabajo que tanto nos atrapó. Si quieres revisar aquellos decorados tan increibles te recuerdo aquel librote de teatro que te regalé y que era el que utilizamos para sonsacar fotografías.
Bueno, la verdad es que pretendía hablar de Max Reinhardt y me estaba costando la manera de introducirlo. Todo aquello que aprendimos me dió la pista para relacionarlo con el cine y la cosa fue saliendo. Recuperar alguno de los textos que trabajamos fue un placer y visionar nuevo material un lujo. En fin, la próxima vez que vengas nos tenemos que marcar un ciclo expresionista. Un beso.
POr supuesto que me acuerdo del libro que me regalaste, es una de las joyas de mi biblioteca y las fotografias no me canso de mirarlas.Bueno, la verdad es que todos los libros que me regalas son especiales, pero es que éste me lo llevaba para NY como si fuese un incunable.
ResponderEliminarCuantas pateadas nos hemos dado por bibliotecuchas, librerías, encantes...el buscador incansable
Me encanta este tipo de cine. También en arquitectura se estudia desde diferentes puntos de vista por sus innumerables aportaciones en el ámbito de la estética.
ResponderEliminarSoberbia entrada en la que, como casi siempre, enhebras todas las artes con la aguja de tus reflexiones.
Mendelssohn, Shakespeare, y esa imagen que podría haber firmado el mismísimo Dalí/Buñuel.
Trataré de verla cuanto antes.
Un abrazo.
Y yo acumulando papeles hasta reventar la casa, pero es que esta loca afición nos puede. Por cierto, sobre como librarse de los libros cuando ya no te caben en casa te voy a enviar un artículo del periodista Jacinto Antón que es para mondarse (ayer le leía unos cuantos a Isa que estan recopilados en su libro "Pilotos, caimanes y otras aventuras extraordinarias" y nos reíamos a gusto).
ResponderEliminarJose es que no sucumbir al arte expresionista es muy difícil y para el cine supuso tanto. No me extraña que en arquitectura se tenga tan en cuenta porque la creatividad decorativa de ese período fue enorme.Me han entrado ganas a mi mismo de repasar filmografía de ese cine que no he visto. "El sueño de una noche de verano" de Reinhardt no es excelente pero es una atractiva visión de una manera de interpretar a Shakespeare (atención al montaje de la obra final de Píramo y Tisbe con unas descacharrantes interpretaciones humorísticas). Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos, lección magistral de expresionismo en todos lo sentidos. Este "movimiento" me causa tanta pasión, como angustia, sobre todo en el ámbito pictórico. No conocía a Reinhardt, aunque sí varias de las películas que citas. Por cierto (aunque quizás sea una locura), ¿no encuentras cierto homenaje de W.Wenders al expresionismo en "Cielo sobre Berlín"?
ResponderEliminarUn abrazo
La estética expresionista me fascina. Creo que es la expresión más tétrica del alma humana. Las obras plásticas o visuales que se encuadran en este movimiento enfocan el lado más oscuro de la existencia. Es curioso como, casi siempre, el costado más "pesimista" o dramático de la realidad es el que da más juego artístico o el que provoca una creatividad más contundente, más trascendente e impactante. No sé si me sé explicar...
ResponderEliminarUna pregunta Carlos. ¿qué obras de la literatura universal podrían considerarse expresionistas?
Gracias amigo
¡salud!
Pues muy bien apuntado Ataúlfa, porque en esa película Wenders se mueve de maravilla con los claroscuros y teniendo en cuenta su afinidad berlinesa no me extrañaría.
ResponderEliminarEs cierto Ataúlfa que genera una cierta angustia en pintura (y la escenografía teatral y cinematográfica)como bien apuntaban los autores en el libro que cito porque parece un arte desgarrador, que quiere mostrar las entrañas,la sociedad corrupta y descompuesta. En fin, comparto esa pasión por este movimiento y muy particularmente por su cine.
Gracias por tus palabras y un abrazo par tí también.
Te entiendo perfectamente Hablador, porque el lado oscuro siempre ha dado más juego (sólo hay que remitirse a esos decorados expresionistas que por sí solos ya tienen entidad dramática como pretendía Max Reinhardt).
ResponderEliminarCreo que el expresionismo nos subyuga a todos porque es un arte total y que en su momento se vivía profundamente en aquella Alemania y no era sólo de una élite cultural o social. Las crónicas de las representaciones teatrales de Reinhardt y de sus cabarets expresionistas demuestran la fascinación de aquel público por ese movimiento, que sentían como una expresión necesaria y auténticamente alemana.
No estoy muy versado en literatura expresionista, pero los dramaturgos que trabajaron con o para Reinhardt como Wedekind, Strindberg, Hugo von Hofmannsthal e incluso Bertolt Brecht entrarían, al menos parcialmente en esta literatura. También podríamos hablar de Kafka, pero este es tan difícil de etiquetar que no me atrevería.
Un abrazo.
Muchas gracias Carlos
ResponderEliminarEs mi gran asignatura pendiente. Bueno, seamos honestos y reconozcamos que la historia del cine es, en general, mi gran asignatura pendiente. El expresionismo alemán es sencillamente un tema pendiente de la gran asignatura.
ResponderEliminarConozco lo típico, y además de hace tanto tiempo, de cuando fui joven (prometo que lo fui un día). Pero me faltan los puntos, las comas, los acentos que considero fundamentales para disfrutar totalmente de una experiencia estética (ojalá pudiera ser tan feliz como algunos, que necesitan solamente vaciar sus mentes y dejarse llevar. Sabios ellos, no como yo)
Carlos, tuve una época oscura o, si lo prefieres, gótica absoluta o expresionista irredenta. Vi esas películas que citas: "El gabinete del Doctor Caligari", "Nosferatu", "Fausto", "El Golem"... El blanco y negro acompañaba, los gestos definitivos, la iluminación tétrica de los rostros, los decorados...
ResponderEliminarNo conozco especialmente a este Max Reinhardt, ya que no soy gran aficionada al teatro, pero si dices que el gran Lubistch (tengo especial debilidad por este hombre) bebió de él, le profeso ya un gran cariño, al que le añado puntos por haberse metido en el "Sueño de una noche de verano", una de las primeras obras que me leí del imprescindible Shakespeare.
En cualquier caso, creo que el expresionismo es uno de los movimientos más afines con el teatro, pues acentúa la fuerza dramática de los argumentos en escena.
Para no perder la costumbre, te sales, querido tusitala, en cada historia que nos cuentas. Sobre todo, me gusta cómo ligas unas disciplinas con otras, porque consigues ofrecernos siempre un menú completo y bien elaborado, que siempre satisface. Y a mí no me gusta la hamburguesa rápida, la comida que llaman "basura".
Todo un placer, gran chef.
Bueno Ramon tu eres sabio en tantas otras cosas y además cada uno tiene sus intereses, por lo tanto no debes fustigarte por ello. Además lo que si se te reconoce es tu inquietud constante por aprender.Te aseguro que entregarte a Murnau o Lang te puede suponer un gran placer. Un abrazo.
ResponderEliminarIsabel, tu no dejas de sorprenderme con todo lo que has leído, visto y sentido. Eres un auténtico cajón de sastre cultural y además siempre abierto.
ResponderEliminarComo no Lubistch. Yo también lo admiro desde siempre, como lo admiraba también mi otro puntal de la comedia, el gran Wilder.
Y del expresionismo que decirte que no haya dicho ya. Apasionante dejarse llevar por ese cine tan mimado en las creaciones de personajes o por esos decorados que desprenden tantas sensaciones. Como a mi me gusta rescatar personajes y obras que fueron grandes (o no) pero que a veces no pasan del conocimiento de expertos y estudiosos, me dije que Max Reinhardt era uno de esos grandes genios de la cultura que debía salir en este rincón.
Mi menú está preparado con mucho mimo y cada vez más pensando en unos comensales tan exquisitos. Un abrazo.
No he visto apenas cine de este periodo y es, como se ha dicho más arriba, una cuenta pendiente. Me pregunto, dadas sus características, si estos cineastas y dramaturgos no bebieron a su vez del Naturalismo. El retrato tortuoso del alma humana está muy presente en las novelas de este movimiento.
ResponderEliminarEs curioso, asimismo, observar que algunos cineastas modernos, como Tim Burton, recogen técnicas expresionistas para ambientar sus películas, caso de La novia cadáver. Al menos eso me ha comunicado una alumna que está preparando un trabajo sobre el cineasta. Ha estado viendo algunos de los hitos del cine alemán de entreguerras, y le han producido una gran impresión, positiva.
Pues mira Juan Manuel, tu alumna te puede ayudar a que te pongas en materia con el cine expresionista. Es muy cierto que autores como Burton son totalmente deudores reconocidos del expresionismo y que el cine en general (especialmente negro y de terror, pero también tantas películas clásicas que han bebido de esos contrastes lumínicos) ha tenido en el expresionismo una influencia notable.
ResponderEliminarPor lo que yo sé, el expresionismo es plenamente alemán y sus influencias se derivan del pensamiento, cultura y sociedad del XIX y como una reacción al impresionismo y diría yo que al naturalismo, pues era una explosión del yo interior más que una descripción (aunque seguro que tus lecturas pueden aportar datos discutibles). Gracias por tu atento comentario.
Mi comentario responde a una confusión entre ismos que se me hace difícil de resolver cuando intento deslindar unos de otros. Sería, por lo que dices, una vuelta al romanticismo más tenebrosamente intimista.
ResponderEliminarDándole vueltas al tema se me ha venido a la cabeza "Ciudadano Kane". ¿No crees que Welles, a falta de presupuesto, utiliza recursos visuales de la estética del cine expresionista? Primeros planos a bocajarro, con expresiones exageradas. Continuos claroscuros en el decorado. Posición de la cámara en lugares extremos. Sombras alargadas... No sé: igual estoy diciendo una burrada
ResponderEliminarNo andas nada desencaminado Hablador. Orson Welles es uno de los mejores ejemplos de influencia expresionista, pero no sólo en esta obra sino en casi toda su filmografía (si las conoces piensa en "Sed de mal", "Othello", "Macbeth", "La dama de Shangai", "El proceso"...
ResponderEliminarPero no fue la falta de presupuesto la que le llevó a utilizar esos ingenios estéticos (de hecho Ciudadano Kane es un compendio de todas las grandes aportaciones que se habían realizado hasta entonces en el cine, incluido los trabajos expresionistas). El contrato de Kane fue uno de los casos más sorprendentes de la historia del cine para un principiante: control absoluto de la película, además de cuantiosos emolumentos y beneficios de taquilla.
Por cierto en esta película aparece uno de los operadores de fotografía más talentosos de todo Hollywood, el mítico Gregg Toland.
Profe, qué felicidad leerte. Escribes de lo que conoces y sientes, y se nota.
ResponderEliminarEste verano -para mí,hijo de profesor, el verano consta de cuatro meses- me lo he pasado viendo cine mudo: Méliès, Wiene, Murnau -sigo viendo cuarenta millones de veces "Amanecer"-, Stroheim... Empecé a escribir una entrada sobre este tema hasta que leí una de Daniel y me dije zapatero a tus zapatos.
Ahora, después de leerte a ti, ya no tengo ninguna duda: mi texto no conocerá la luz.
Un abrazo, profe.
P.S. Como curiosidad te diré que César Oliva y yo hemos pertenecido a la misma escolanía.
Maestro tus zapatos son tan grandes que lo siento más como un acto de modestia para no dejar mi escrito por los suelos.
ResponderEliminarA veces te veo de lejos y creo que te alcanzo y, de repente, me das otro repaso con tus obras vistas y leídas (parece que te vas anticipando a todo lo que quiero comentar).
El expresionismo es una lección apasionante y es fácil desbocarse hablando de ese cine.
Con lo de César Oliva me dejas también en cuadro.
Espero tu pronta recuperación física, pues la mental ya veo que está siempre trabajando. Un abrazo.