domingo, 21 de noviembre de 2010

El alma y la desmesura de los Karamázov

Si la gran novela pertenece al siglo XIX, se puede afirmar con rotundidad que Rusia es el epicentro de sus mejores logros o, dicho de otra manera, Tolstoi y Dostoyevski son la cumbre novelística. Afirmar esto no supone ninguna originalidad, pero si uno lo hace tras la lectura de alguno de estos clásicos es que ha comprendido el peso que ejercen en la literatura.
Enfrentarse a las complejidades de un Dostoyevski mayor es una tarea que requiere esfuerzo y comprensión, mente abierta y posiciones nada rígidas para dejarse llevar por el fluir de personajes atormentados y muy elaborados, por historias que derrochan la pasión del carácter ruso que el autor tan bien conocía y supo describir. La recompensa a todo ello es haber penetrado y comprendido el alma humana con mucha mayor claridad -Nietzsche dijo que fue "el único psicólogo del que he podido aprender algo"-.
La última obra que dejó escrita Dostoyevski fue Los hermanos Karamázov, que aparece como el testamento literario de toda su obra, pues al decir de los críticos allí se encuentra la síntesis de su novelística, un compendio de novela social, psicológica y filosófica. Aún teniendo en cuenta que Los hermanos Karamázov es una obra maestra absoluta, con una fuerza tan arrebatadora que en ciertos momentos te paraliza al sentir que estas abrazando pasajes irrepetibles y sublimes, hay que tener en cuenta que Dostoyevski planeaba la ejecución de una continuación que complementara a ésta. La obra que vio la luz debía hacer comprensible la segunda donde Alexiéi, el héroe que nos anuncia en el prólogo, sería el protagonista casi absoluto aunque envuelto en las graves contradicciones karamazovianas. Pero como no podemos imaginar hasta dónde podía haber llegado si la muerte no le hubiera acaecido, hay que limitarse a indagar en todo aquello que dejó escrito. 
Si en esta novela hay algo que se ha remarcado siempre es su creación de personajes y la profundidad psicológica entregada a cada una de sus creaciones,  que actúan como un verdadero manual caracteriológico. La actitud empática de Dostoyevski con sus personajes y su indudable dote narrativa nos permite compartir emociones y sentimientos hasta un punto inusual. La novela es principalmente la historia de un crimen, aunque yo diría más bien el estudio del carácter karamazoviano a raíz de un crimen familiar, ya que los tres hermanos son diversas representaciones, llenas de contradicciones y complejos, del carácter del pueblo ruso y como tales ejercen hasta el límite sus dudas filosófico-morales y religiosas ante los hechos. Dimitri representa el ser ingobernable, exaltado, irreflexivo, juerguista y jugador irredento pero a la vez el más sensual y sincero, capaz de comprender su culpa y expiarla; Alexiéi es quizás el de mayor profundidad ética, compasivo, generoso e infundido de misticismo; Iván es un alma racional e intelectual pero visiblemente atormentada por su ateísmo y poseído por una obsesión nihilista.
Dostoyevski nos habla en profundidad del castigo y la culpa, envuelto en reflexiones sobre religión y ateísmo. Y el alma Karamazoviana, tan complicada, es capaz de dar cabida a ambas y librarse en combate constante, como ocurre en personajes tan complejos como Dimitri e Iván. Esta obra avanza a través de estos personajes que se encuentran en una desgarradora y permanente dialéctica, enfrentándose a su destino. Si alguna vez la complejidad del alma humana ha sido mínimamente radiografiada en la literatura, fue Dostoyevski quien nos dio las mejores lecciones. Stefan Zweig dejó escrito en su breve biografía al referirse a los personajes de sus novelas que: "Dostoyevski sólo ama a sus hombres mientras sufren, mientras revisten la forma exaltada y antagónica de su propia vida, mientras son, como él, caos que pugna por convertirse en destino".
Los hermanos Karamázov contiene algunos momentos de una altura literaria y filosófica incuestionable, como toda la escena del clímax final en el juicio, como el tierno seguimiento de la muerte de Iliúshechka con su esperanzador final, o como las escenas de Iván con el diablo y su increíble relato titulado El gran Inquisidor que le sirve para replicar a su hermano en materia de religión, pero el conjunto global me hace pensar que después de esta lectura (y de Dostoyevski en concreto a quien pienso retornar) el listón queda a una altura infranqueable.

32 comentarios:

  1. Sabes una de las cosas que más me atraen de los personajes de Dostoievski, como sufren y la capacidad que tienen para ello. A través de ese sufrimiento era como Dostoievski se iba adentrando en el alma humana. El hombre enfrentado a un mundo cruel y ese sufrimiento que es el único medio capaz de redimirle y hasta de purificarle. Yo no sé si eso lo descubrí con Dostoievski o si Dostoievski me atrajo porque era irremediable que así fuera. Ahora comprendo a mi profesor de Metafísica cuando se emocionaba y nos decía “Es que cuando un ruso llora no llora cualquiera”. Tanto y tanto nos habló de Dostoievski y Platón y tanto me emocioné en sus clases que no leí, devoré a Dostoievski. Carlos me ha encantado lo que dices que esta obra te paraliza al sentir que estás abrazando pasajes irrepetibles y sublimes, porque eso mismo me pasaba a mí. Durante muchos años Dostoievski me ha acompañado, he contado por ahí historias de sus libros, he leído pasajes memorables a otros, cuando me hablan de psicología me viene irremediablemente a la mente el maestro, totalmente de acuerdo con Nietzsche.
    Imagino también que Dostoievski quería dar una respuesta a un pueblo ruso que se encontraba a la deriva, casi a las puertas de una revolución, y su respuesta fue Alyosha, es decir, el amor. EL amor es lo único que nos puede salvar.
    Esperaba esta entrada porque esperaba tu reacción y también esperaré una segunda parte de Dostoevski

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  2. Anabel, es que tu pasión por Dostoyevski la has trasmitido siempre y eso me hizo sentir que debía descubrir algo grande. Ya lo me lo hiciste ver hace años con El idiota y ahora he decidido retomarlo con una obra que supera todas las expectativas, hasta el punto que deseo volver a Dostoyevski.
    Es cierto que el desgarro apasionado de los rusos es diferente, como recuerda constantemente el autor pero,además, tienen a quien mejor lo supo transmitir. La foto de esos mujiks rusos que traigo me confirma todo lo que Dostoyevski escribía sobre ellos, pues parece desprenderse su alma dual, ruda y tierna a la vez.
    Cuando habla de Aliosha, es evidente que da una respuesta a todas las contradicciones del alma rusa. El único capaz de entenderse con todos las posibilidades desde el amor y por eso es tan emotivo el discurso final que da a los niños frente a la piedra.
    Me alegro mucho de haber reencontrado a Dostoyevski y hacerlo mío también para poderlo compartir contigo y con tantos otros.

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  3. Carlos, "...el descubrimiento de Dostoievski marca una fecha memorable de nuestra vida" esto, como sabes, lo dejó escrito Borges y no puedo estar más de acuerdo.
    Hace unos días -y no logro recordar dónde- he leído que el que quiera saber sobre la relación padre-hijo o sobre los amores y odios entre hermanos, que lea a Dostoievski. También lo subscribo.
    A propósito de mi lumbalgia me visitó mi médico favorito, menos de mi pobre espalda hablamos de todo. Había leído este verano "Los demonios" y aún estaba emocionado. Me preguntaba, qué se puede leer después de esa magnífica novela. Otra vez estoy de acuerdo.

    A veces nos olvidamos de los más grandes pensando que ya todos sabemos de ellos. Y es un error. Hay que removerlos, como has hecho tú, para que salgan de nuestros anaqueles y los releamos. Seguro que descubriremos en ellos nuevos matices. Ellos no son como el río donde se bañaba el cásico, no cambian. Pero nosotros sí.

    Un abrazo, profe.

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  4. Thornton me apunto a todo lo que tu compartes, pues no puede ser de otra manera.
    Quien ha leído a Dostoyevski (perdonar que le cambie la i latina que yo también escribía antes, pero me he dejado llevar por como lo escriben en su nueva edición de las obras completas en Galaxia Gutemberg)sabe que ha alcanzado la plenitud literaria como pocas veces ocurre.
    Como decía tu médico y también Anabel de su profesor, emoción es una palabra exacta para describir la sensación que engloba todo lo que transmite Dostoyevski. Eso es lo que yo sentí al recorrer sus páginas y en un blog como éste, donde se habla apasionadamente de literatura, debían surgir los sentimientos transmitidos.
    Italo Calvino decía que hay que leer los clásicos y enumeraba una serie de motivos que siempre tengo presentes como una biblia. Me he ido dando cuenta de que al recuperarlos he conseguido saber un poco más de mí y del mundo que me rodea y eso no tiene precio. Además, compartirlos, me permite conocer a gente de tanto valor como los que os acercais por aquí. No puedo estar más satisfecho de recuperarlos.
    Un abrazo maestro.
    P.D. Estoy pendiente de revisar Amanecer con Isa para poder hablar con gusto y pasión. Mientras tanto te he dejado mi capilla sixtina literaria.

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  5. ¡Qué maravilla, Carlos que te hayas decidido a sacra esta entrada!
    Todos andamos a vueltas con los rusos. Y justamente a raíz del año Tolstoi yo recordaba una página (¿sólo una!) del Diario de Dostoievsky sobre Ana Karenina, en la que hablaba de Levin ( y contradecía, a priori otras interpretaciones "sublimes"...)
    En fin, que andamos en lo mismo.
    Los Karamazov es una obra espeluznante.
    Rosa Chacel tiene páginas incontestables.
    Salud!

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  6. Ana tu andas muchos pasos por delante con los rusos y ya sé de tu admiración por Dostoyevski. He querido compartir con vosotros las múltiples sensaciones que me deja una lectura tan colosal y espeluznate también. Los Diarios son también una asignatura pendiente y la nueva edición que comentábais en Babelia parece definitiva para abordarlos. Un abrazo.

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  7. Carlos de mis entretelas, sabes que me das en el gusto, en el más puro centro del gusto, que a Fiodor Dostoievski lo quiero como si fuera mi hermanico y me hubiera criado con él (que algo así ocurrió en realidad, ya que al leer por casualidad "Crimen y Castigo" con diecisiete años no pude parar con él y le cogí auténtica adicción durante unos diez o doce años, donde siempre andaba con algo de él entre otras cosas). Todo, todo lo que traigas de Dostoievski lo aplaudiré, porque en todos sus libros he aprendido y con todos sus libros me he emocionado.

    Un grandísimo narrador ruso, inmenso como sus otros colegas (qué elenco de vértigo el de estos rusos del XIX). Pero no sé si lo compartirás: para mí este hombre tiene una virtud inmensa que no sé exactamente cómo la consigue, pero que siempre se la he palpado y es que resulta muy próximo, muy cercano, casi como un vecino al que uno conociera. Se deberá a su particular y dolorosa vida, a su pluma magnífica para meterse en el alma de los personajes, pero lo cierto es que lo veo a él palpitar en todos sus personajes, se mete en sus hechuras y sufre y siente con ellos. No he leído a autor que se adentre tantísimo en sus criaturas como éste; pero, además, es que al narrarlos las más de las veces no se conforma con mostrarlos, sino que los dignifica incluso, los eleva con el brillo de sus pensamientos, de sus interiores atormentados o con el peso del sufrimiento atroz.

    Uf..., podría seguir y seguir y no cesaría de poner meras y vagas aproximaciones, que es mucha la emoción que genera la lectura de este genio. Porque esa es otra de sus virtudes indudables: emocionar al lector.

    Para acabar, decir que estoy absolutamente de acuerdo con todos los comentarios anteriores (ay, Anabel querida, que se nota que perdemos los vientos por el gran Dostoievski).

    Grande, Carlos, enorme.
    ¿Te querrás creer que me apetece otra vez leerlo? ¿Por qué no empezar con los Karamazov? Intuyo que, ahora, con más edad, puedo sacarle aún más el jugo.

    Besazos, profe, y gracias por Dostoievski, un novelista como la copa de un pino.

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  8. La copla andaluza se hace esperar. Seguimos con las almas atormentadas. But I like it!

    Cuando leí "Memorias del subsuelo" estudiando a los filósofos de la sospecha me dio la impresión de que Dostoyevski tenía una botella de vodka junto al tintero al escribir esa obra. Aún así me pareció interesantísima. Hoy he vuelto a ella (a la novela, no a la botella) después de leer tu entrada y pienso que no era una, sino varias y en tránsito permanente hacia el gaznate. "El jugador" me entusiasmó. Ahí creo que cambió el bebercio por una línea directa con su corredor de apuestas, o quizás incluso los simultaneó.

    Después de estos comentarios improvisados y gratuitos he de confesar que no he leído "Crimen y castigo" ni "Los hermanos Karamázov", por lo que ruego no se tenga en cuenta ninguna de las opiniones por mí vertidas respecto al grandísimo Fiódor, no vaya a pensar nadie que tengo una botella de tintorro junto al teclado.

    Estupenda entrada, haciendo justicia a los grandes, como siempre. Y magníficos comentarios también.

    Un abrazo.

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  9. Isabel por tus lecturas te das a conocer y hasta ahora demuestras tal esquisitez que me alegro de seguir tu estela.
    Sabía de tu apetencia por Dostoyevski, pero ahora veo que era mucho más de lo que pensaba. Vaya aprendizaje más portentoso el tuyo, ni estudios ni nada, emoción directa a las venas como debe ser.
    Leyendo lo que se ha escrito aquí y habiendo sentido todo lo que me ha ofrecido Dostoyevski, no dudes de que volveré a este autor para compartirlo y recibir vuestros jugosos comentarios.
    Totalmente de acuerdo Isabel, ese hombre conocía los estados anímicos que tocaba como si fuera su propia vida, pues de otra manera es imposible describir así las sensaciones de los personajes (de hecho sí que hay algunos datos muy autobiográficos).Hay quien apuntaba con mala uva que sólo una persona capaz de cometer o que haya cometido algunos de los actos de sus obras podía describirlos como él.
    Yo tampoco me cansaría de hablar de él y aunque dudaba en sacar una entrada para decir alguna cosa sobre Dostoyevski, pues casi todo está dicho, pensé, al hablar con Anabel que debía traerlo desde la apasionada lectura y compartir mi emoción al leerlo. Por eso te animo a recuperarlo, igual que yo seguiré con él porque me queda mucho por descubrir.
    Un abrazo querida almada.

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  10. No me presiones Jose y todo a su tiempo (pero ve poniéndote a tono con unas coplillas).
    Esas dos lecturas tuyas vienen directamente de sus experiencias, no sé si con el vodka de por medio (aunque en aquellas latitudes esta bebida es como el agua), pero si de vivencias muy directas.
    De todas maneras en los Dostoyevski mayores puedes encontrar todo lo que buscas (si es que buscas algo que es casi seguro que sí). Si no temes los libros de peso (menudos son los rusos) vete a por ellos y sentiras como decía Borges (como decía Thornton(como digo yo))que "el descubrimiento de Dostoyevski marca una fecha memorable de nuestra vida".
    Y te advierto, no te acerques primero a la película del bueno de Richard Brooks porque no encontraras a Dostoyevski, sino una historia de crimen familiar sin más con un horroroso final feliz (pero es que Dostoyevski es muy complicado de filmar).
    La gente que pasa por aquí a la altura como siempre. Un orgullo para mí.
    Un abrazo.

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  11. A veces pienso que a mediados del XVIIIsobre Rusia aterrizó una extraña nave y dejó en la estepa siberiana el germen del talento... y desde entonces, venga, dale, obra maestra por aquí, y por allá. Magisterio de la ficción, doctores universales. Gogol, Tolstoi, Dovstovieski, Turgeniev, Pushkin, Chèjov.
    ¿pero qué les dieron de comer? ¿de dónde bebían el agua? ¿bebían agua? ¿de quien aprendieron? ¿o es que acaso poseían el plano que les llevó a la cueva en donde reposan los nombres de los personajes que aparecen en las obras que esperan a se encontradas?

    Larga vida a la literatura rusa, y a Fiodor D. por mucho que le pese a Nabokov

    ¡salud!

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  12. Que ingenioso Hablador, aunque me atrevería a decir que tu teoría es cierta o en todo caso algo pasó allí. Está claro que aunque incoloro, el líquido que bebían no debía ser agua.
    Lástima que en el siglo XX se intentara castrar toda esa cultura tan asombrosa y que esté costando sacar a la luz todo lo que allí se cocía, aunque no lleguen a un nivel tan popular como los del XIX. Ahí empiezan a salir Bulgákov o Grossman y tantos otros.
    Un abrazo.

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  13. El sueño de la razón, también en Rusia, produjo monstruos

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  14. La mejor de Dostoievski sin duda, pero hasta relatos más pequeños y breves como Noches blancas tienen una profundidad que ya quisieran algunos mamotretos con pretensiones de otros escritores. No saco tiempo para escribir, Señor Buscador, pero al menos de vez en cuando puedo leer, qué delicia las últimas cinco entradas: Quiroga, Cheever, los laberintos de Borges... no quiero meterme en casualidades cuánticas pero al menos tres de tus últimos temas son los que iba a tratar en mis entradas frustradas de las últimas semanas. Justicia poética, imagino. A cual mejor, gracias.

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  15. Cuanto me alegro de compartir incluso lo que no escribes Rebeca y te animo a que lo hagas para poder hablar más a fondo.
    Debo decirte que se me hace eterno no poder leerte, así que por favor saca el tiempo de una vez.
    Te agradezco mucho tu comentario tan estimulante. Un abrazo.

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  16. A Tolstoi lo leí menos pero tuve una época Dostoievski muy intensa (también luego tuve mi época anti-Dostoievski, digámoslo todo, o anti-realismo decimonónico). ¿Sabes qué fue lo primero que leí de Dostoievski? El jugador. Yo no sé por qué. No fue por nada de clase ni nada, fue por iniciativa propia. Era joven pero me maravilló, sobre todo, sí, la profundidad en la caracterización de los personajes, que es, a priori, lo primero que impresiona en la novela del XIX. Pero luego la lees desde otra perspectiva y te impresionan otras cosas, y mucho. A mí particularmente la estructura de la novela. El construir un texto pensado hasta el mínimo detalle, con la enorme claridad de quien escribe sabiendo hacia dónde va (no como ahora, que la mayoría de novelas son improvisaciones que ni el autor sabe a dónde la va a llevar). Eso, ese plan del narrador, me parece el paso previo para CONSTRUIR, EDIFICAR la novela. Por eso nos llaman tanto la atención los personajes. Por eso pasamos por sus páginas sin darnos cuenta. Porque cuando el andamiaje es bueno el conjunto se sustenta, y no se oyen temblar los pisos cuando se transitan. (Y te lo dice uno que está bastante alejado de la novela del XiX en la actualidad... pero que en honor a la verdad debe reconocer que jamás lo pasó tan bien como con los cuentos y algunas novelas, como Los hermanos o Memorias del subsuelo, que es impresionante) (Ah, y nombráis a Nabokov, qué pereza ese sí...)

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  17. Todavía veinte años después, me emociono recordando la muerte de la niña en ofendidos y humillados.No he vuelto a leer nada más de él y la verdad ya va siendo hora.Gracias.

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  18. Ramon es que los personajes de esas novelas eran tan grandes que a la fuerza quedan marcados y sobreviven el paso de los años.
    Explicas muy claramente eso de la construcción de una novela y de las que he leído de ese glorioso siglo, todas mantienen un andamiaje casi perfecto y por eso son duraderas (evidentemente nos han llegado después de una criba). En la actualidad llevamos una época de tochos como antaño pero sin sustancia alguna y que cojean precisamente en temas como los personajes (como si todo se tratara de recrear fielmente una época y nada más).
    Yo pienso volver a Dostoyevski porque he disfrutado muchísimo y creo que ha sido algo común en todos los que han pasado por aquí. Ha dejado un poso imborrable y eso no tiene precio para los que amamos la lectura. Un abrazo.

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  19. Querido anónimo, lo dices bien. Se trata sencillamente de emoción y eso es algo que no pueden transmitir todos (la lectura no puede ser siempre simple distracción). Por aquí han salido unas cuantas ineludibles: Humillados y ofendidos, Memorias del subsuelo, El jugador, Crimen y castigo, El idiota, Los demonios. Tenemos faena de lectura apasionada todos. Recuperemos los clásicos rusos. Un saludo.

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  20. Me permitirás esta interrupción, sin avisar y sin nada que ver con la entrada de referencia, pero el motivo no es otro que haber leido el comentario "del pequeño Tusitala de 10 años" en el blog de Thornton. Me ha producido un ataque de ternura similar a los que me provoca el pequeño Manriquico. He repasado su blog, con todos los comentarios y me he recreado con sus dibujos y declaraciones de intenciones. Se nota , !como no¡ vuestra mano, tu influencia "literaria" y la de Is@z en los dibujos, disfraces etc. Aunque no haya intervenido nunca, leo tus magníficas entradas y sigo tus comentarios en otros blogs; Lorente, Grito... El Pobrecito Hablador... etc. Ttambién sigo los ingeniosos y estupendos trabajos propuestos en Re-Creo de Colores.¡Enhorabuena a los dos!, por constituir una familia entrañable y porque he podido ver que Guille es un niño feliz y ese es el mejor tesoro. Un abrazo y mi mayor consideración a los dos.

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  21. Mariano es un placer leerte en este rincón. Agradezco mucho las palabras que nos diriges, pues se notan de una persona tierna y sincera. Por supuesto le haré llegar a Guille estos comentarios sobre su obra y así se animará a colgar más dibujos. Debo decirte que la idea de comentar a Thornton fue totalmente suya, pues sabe de nuestra admiración por tu amigo. Lo cierto es que este mundo bloguero nos ha abierto un nuevo camino vital y además nos permite tener un nuevo punto común familiar (ya sólo nos falta el pequeño Samuel). Gracias de nuevo y felicidades por vuestra amistad.

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  22. Un problema de este blog es el entusiasmo con el que se habla de literatura. A mí, el problema se me plantea porque a cada entrada que leo el deseo de leer al autor tratado se me hace irresistible y tengo que hacer un gran esfuerzo para no coger de inmediato uno de sus libros y recrearme de nuevo en el placer de su lectura.
    A Dostoievski hace años que no lo leo, pero es de esos autores que dejan un recuerdo ciertamente imborrable; igual al que dejan todos esos autores decimonómicos que tan bien supieron hacer su trabajo. Invito a cualquiera que quiera disfrutar del género novelístico a zambullirse en las ricas aguas de ese siglo porque la experiencia no podrá ser más extraordinaria.
    Es el crisol al que van a parar todas las tendencias pasadas y futuras, todas las técnicas, ya sea como final o inicio de las mismas. ¿Qué más puede pedirse?

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  23. Juan Manuel es que de la buena literatura sólo se puede hablar desde el entusiasmo y la pasión. No te preocupes, porque a todos se nos van acumulando lecturas cada vez que alguién nos descubre alguna otra. Para no abusar de vuestro tiempo traigo muchas veces relatos y así se puede picar un poco de todo.
    En este caso no me podía contener porque ha sido tan placentera la lectura de Dostoyevski que debía explicar mis impresiones y compartirlas con gente tan ilustrada como vosotros. Ha sido como reverenciar al maestro en común.
    Estoy contigo en caer rendido a la literatura del XIX y mis pobres estanterías están pobladas de ese siglo con todo su peso literario y literal. Un saludo.

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  24. Nunca olvidaré el primer libro de Dostoievski que cayó en mis manos. Una edición horrorosamente mala de "El idiota". Empecé a leerlo por aburrimiento y lo acabé del tirón. Me quedé tan sonado que llevo años buscando esa misma edición, por mala que fuera (era la biblioteca del amigo de un amigo) porque tengo que tenerla, porque me presentó a uno de los tres o cuatro escritores que mas me han influido a lo largo de los años. "Los hermanos Karamazov" estaría entre mis diez obras favoritas sin duda. "Crimen y castigo" estaría entre mis cinco favoritas.
    Enhorabuena por el blog. Efectivamente como dices, de la buena literatura no se puede hablar si no es con pasión. Nadie leería un libro como "Karamazov" ni se dedicaría a comentarlo si no fuera porque le ha apasionado. Ahora que lo pienso, no conozco a nadie que lo haya leido y no le haya gustado entre mucho y "muy mucho".

    En fin, de nuevo enhorabuena. Nos veremos más veces por aqui.

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  25. Comprendo ese amor a primera vista por Dostoyevski Oscar, pero no entiendo que persigas una edición horrorosa. Yo, siempre que puedo, sustituyo las malas ediciones porque no concibo sufrir en una lectura con letras pequeñas, libros que cuestan abrirlos, malas traducciones,etc.
    Yo tampoco conozco a nadie que hable desapasionadamente de un libro de este autor, porque Dostoyevski describe con pasión sus personajes y eso tiene que llegar a la fuerza. Y repito que visto lo bien que han hablado por aquí de él, me reafirmo en todo lo dicho.
    Agradezco mucho tu generoso detalle y te animo a entrar en este rinconcinto para hablar del cine y la literatura que tanto nos apasiona. Un saludo Oscar y vuelve siempre que quieras.

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  26. No, si afortunadamente puedo buscar ediciones buenas hoy en día. Ahora (es casi una perversión), puedo leerlas en buenas traducciones al inglés. Y en castellano tengo ediciones buenas de la gran mayoría. En su día leí gran parte de las más raras en los 4 volumenes de Aguilar. La edición en papel biblia, a dos columnas por página y letra pequeña fue un tormento, pero me permitió leer muchas obras de Dostoievski inaccesibles entonces en cualquier otra edición ("Notas de invierno sobre impresiones de verano", "El cocodrilo", y las mas de 1000 páginas del "Diario de un escritor", amén de jugosas notas de Rafael Cansinos Assens). Fue un tormento para a vista y las muñecas, pero un tremendo solaz para el espíritu. El buscar esa edición mala es por puro sentimentalismo. El dia que la encuentre será para verla y recordar aquel dia (y noche) que estuve leyéndolo. Lo pondré ne la estantería y probablemente nunca volveré a leerlo en ese volumen.
    Saludos.

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  27. Así lo había entendido, como puro recuerdo sentimental. Ciertamente, menudo sufrimiento las ediciones de Aguilar pero es verdad que en su momento eran la única posibilidad de hacerse con obras de algunos autores. En el caso de Dostoyevski, yo cuento con unas excelentes obras completas editadas por Vergara en 1969 y con una traducción soberbia dirigida por Augusto Vidal y una calidad de hoja y letras a años luz de Aguilar (edición que es la que está manejando Galaxia Gutemberg para volver a editar las obras completas de Dostoyevski, lo cual indica el valor de este autor a recuperar siempre). Sigue tu búsqueda y si en algo te puedo ayudar para que des con esa edición, lo haré encantado pues la búsqueda de materiales también me apasiona. Un placer y seguimos en contacto.

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  28. Carlos, el alma rusa toma tu texto y se retoma en los comentarios. Es un halo que nos sobrecoge de la manera más íntima posible; ocurre lo mismo con su música, que se extiende, se extiende más allá de las estepas de nuestro interior.
    Un abrazo

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  29. Muchas gracias Ataúlfa, pues es muy bonito lo que dices. Lo cierto es que me ha gustado despertar tantas almas que en un momento u otro han sucumbido a la pasión de los rusos. Un abrazo.

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  30. Gracias pequeñajo. Tú también vas por muy buen camino y además ya te he visto escribiendo en tu nuevo blog. Un besote.

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