En el género del cuento sobresale un nombre en la literatura catalana, un escritor que obtuvo reconocimiento a partir de finales de los años 70 gracias, sobre todo, a la mítica representación que de algunos de sus cuentos realizaron Dagoll Dagom en Antaviana y a la publicación de una de sus colecciones de cuentos más atractivas: Invasió subtil i altres narracions.
Pere Calders es poco conocido en el resto de España, aunque algunos de sus cuentos aparecen de vez en cuando en antologías de literatura fantástica. Merece mejor suerte y por eso pretendo reivindicarlo aquí como uno de los escritores que mejor abordó el género fantástico en nuestro país.
Pere Calders es poco conocido en el resto de España, aunque algunos de sus cuentos aparecen de vez en cuando en antologías de literatura fantástica. Merece mejor suerte y por eso pretendo reivindicarlo aquí como uno de los escritores que mejor abordó el género fantástico en nuestro país.
Aunque escribió alguna novela, su reconocimiento le viene como cuentista, donde parecía sentirse más a gusto pues era un género que le permitía mayor flexibilidad argumental y temática, huyendo así de la novela realista y psicológica. Se ha comentado a veces que sus cuentos entran dentro del realismo mágico, el anterior al boom latinoamericano, el auspiciado por su originario creador: Massimo Bontempelli. De hecho, este autor visitó Barcelona en 1934 y un año después se publicaba la versión catalana de 21 cuentos suyos; Calders confesó que los había leído y le habían agradado. Otra de sus claras influencias fue Kafka, aunque este autor más que una influencia es una presencia constante en la literatura del siglo XX. Las situaciones que aparecen en los cuentos de Calders poseen muchas veces el elemento kafkiano, ese adjetivo que se ha convertido en símil de situación absurda y es que el absurdo es uno de los elementos definitorios de los relatos de Calders. En una situación aparentemente cotidiana, entra un elemento que distorsiona la realidad y trastoca todo el entramado, convirtiéndolo en absurdo. Este elemento queda tan integrado en el relato que lo aceptamos como un hecho normal, aunque podemos estar en el territorio de lo insólito y lo maravilloso -cercano en muchos de sus relatos a los presentados por Rod Serling en La dimensión desconocida-.
Otro de los puntos remarcables en su escritura es el humor y la ironía, que envuelve todos sus relatos. Nunca es un humor sarcástico ni cruel, porque Calders trata con cariño a sus personajes, no pretende juzgarlos ni condenarlos aunque se muevan de manera absurda y sus reacciones provoquen consecuencias negativas. El humor acaba desarmando cualquier pretensión de trascendencia y Calders lo domina como pocos.
Aprecio en Calders la facilidad que tiene para moverse entre fantasía y realidad, haciéndonos entrar en su juego sin casi percibirlo y así acabamos por concebir un mundo lleno de momentos mágicos que se incorporan a la cotidianeidad más mediocre. Es destacable también su constante cultivo del microrrelato en casi todos sus libros, donde dejó pequeñas cápsulas maestras de ironía y fantasía.
De sus libros de cuentos hay uno especialmente destacable: Cróniques de la veritat oculta, que contiene alguno de sus relatos más memorables. También destacan Invasió subtil i altres contes, Demà a les tres de la matinada o la recopilación Tria personal. En castellano se pueden encontrar algunas de sus obras traducidas pero descatalogadas, aunque destacaría para el que quiera iniciarse la antología que él mismo preparó para la editorial Anagrama y que se ha vuelto a reeditar: Ruleta rusa y otros cuentos.
Os dejo una pequeña muestra de sus pequeñas perlas:
Qüestions de tràmit
Van dir al reu que tenia el dret d'una última voluntat, però ell respongué que passava, perquè no s'entendrien pas.
Balanç
Tot just quan estava a punt d'abastar la galleda, va fallar-li una cama i caigué al pou. Mentre queia, va passar-li allò tan conegut de veure d'un cop d'ull tota la seva vida. I la va trobar llisa, igual i monòtona (dit sigui entre nosaltres), de manera que s'empassà l'aigua d'ofegar-se amb una exemplar resignació.
No se sap mai
De les quatre rodes del cotxe, n'hi havia una que girava al revés. Però era la bona, perquè provava d'allunyar-se d'una corba que ens va desmanegar a tots.
A tornajornals
Un dels grans enamorats que registra la Història (encara que de moment no ho sembli), fou Lluís XVI, que va perdre el cap per Maria Antonieta. I tingué la sort, enmig de la desgràcia, d'esser correspost en la mateixa mesura per la seva estimada.
Otro de los puntos remarcables en su escritura es el humor y la ironía, que envuelve todos sus relatos. Nunca es un humor sarcástico ni cruel, porque Calders trata con cariño a sus personajes, no pretende juzgarlos ni condenarlos aunque se muevan de manera absurda y sus reacciones provoquen consecuencias negativas. El humor acaba desarmando cualquier pretensión de trascendencia y Calders lo domina como pocos.
Aprecio en Calders la facilidad que tiene para moverse entre fantasía y realidad, haciéndonos entrar en su juego sin casi percibirlo y así acabamos por concebir un mundo lleno de momentos mágicos que se incorporan a la cotidianeidad más mediocre. Es destacable también su constante cultivo del microrrelato en casi todos sus libros, donde dejó pequeñas cápsulas maestras de ironía y fantasía.
De sus libros de cuentos hay uno especialmente destacable: Cróniques de la veritat oculta, que contiene alguno de sus relatos más memorables. También destacan Invasió subtil i altres contes, Demà a les tres de la matinada o la recopilación Tria personal. En castellano se pueden encontrar algunas de sus obras traducidas pero descatalogadas, aunque destacaría para el que quiera iniciarse la antología que él mismo preparó para la editorial Anagrama y que se ha vuelto a reeditar: Ruleta rusa y otros cuentos.
Os dejo una pequeña muestra de sus pequeñas perlas:
Qüestions de tràmit
Van dir al reu que tenia el dret d'una última voluntat, però ell respongué que passava, perquè no s'entendrien pas.
Balanç
Tot just quan estava a punt d'abastar la galleda, va fallar-li una cama i caigué al pou. Mentre queia, va passar-li allò tan conegut de veure d'un cop d'ull tota la seva vida. I la va trobar llisa, igual i monòtona (dit sigui entre nosaltres), de manera que s'empassà l'aigua d'ofegar-se amb una exemplar resignació.
No se sap mai
De les quatre rodes del cotxe, n'hi havia una que girava al revés. Però era la bona, perquè provava d'allunyar-se d'una corba que ens va desmanegar a tots.
A tornajornals
Un dels grans enamorats que registra la Història (encara que de moment no ho sembli), fou Lluís XVI, que va perdre el cap per Maria Antonieta. I tingué la sort, enmig de la desgràcia, d'esser correspost en la mateixa mesura per la seva estimada.
El maravilloso Pere Calders. Yo destacaría algo más, hay bastantes escritores que han jugado en sus cuentos con ese hecho absurdo que de repente se instala en nuestras vidas; en el caso de Calders, todos esos hechos absurdos que invaden lo cotidiano son absolutamente geniales. Eso hace que nos enamoremos de esas historias y que su argumento se instale en nuestra memoria.
ResponderEliminarSiempre ando buscando cuentos y todo tipo de historias que puedan atrapar a mis estudiantes, que a su manera son muy exigentes. En el caso de los cuentos de Calders sé que voy a tener éxito. Como en su día nuestros maestros lo tuvieron cuando nos hacían leer los cuentos de Calders.
Este verano estuve buscando la traducción de sus cuentos al castellano por todas las librerías de Barcelona y nadie me supo dar cuenta de ello. Mi pregunta era: ¿Pero cómo un escritor como Pere Calders no está traducido al castellano?. Un día, estando en Abacus, volví a preguntar en información, donde me aseguraron que no sabían nada de traducciones sobre su obra. ¿Quién sabe? quizás el espíritu humorístico y absurdo de Calders se encontraba por ahí. El caso es que seguí mirando libros y en un momento en que alcé la vista me encontré un libro que estaba en exposición, era Ruleta rusa y otros cuentos. Sí, ese libro estaba ahí para mí. Este podría ser un argumento de uno de esos cuentos absurdos, claro que estoy segura que en el cuento, el protagonista se hubiese dado a la fuga con el libro en la mano sin pagar, puesto que el libro no existía.
Ja, ja, ja. Un gran momento Calders sin duda alguna. Desde luego ese libro te estaba llamando a tí expresamente, porque yo estaba a tu lado y no lo oía. Lo cierto es que ese momento en tu apasionada búsqueda de la obra de Calders, motivó que le dedicara esta entrada. Gracias.
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