domingo, 28 de marzo de 2010

Mark Twain: Ingenio y literatura

Durante algunos períodos de su vida, Mark Twain se dedicó a recorrer los estados de norteamérica como conferenciante. En grandes teatros abarrotados desgranaba sus particulares historias, en un remedo del monologuista-humorista actual. Después de probar sus textos en pequeñas poblaciones, de manera que pudiera ir puliéndolos, se acercaba a las grandes ciudades donde el triunfo solía ser absoluto. Twain supo distinguir a tiempo entre lectura y dramatización porque "las cosas escritas no son para decirlas en voz alta; su forma es literaria; son rígidas, inflexibles y no se prestan a un resultado feliz y efectivo al emplear la lengua hablada, donde su propósito es meramente entretener, no instruir". Convirtió algunos de sus escritos en auténticos monólogos con finales improvisados y con humor, con mucho humor, porque Twain siempre se reconoció en el papel de humorista e incluso incorporó la técnica de la "cara de plato", según la cual decía lo que le venía en gana pero con una inalterable expresividad facial, provocando reacciones de lo más sorprendente en sus oyentes.
Jose Antonio Marina dice en Elogio y refutación del ingenio que "El ingenio es la rebelión de la inteligencia, que quiere dejar de ser seria, para huir de sus multiplicadas servidumbres". El ingenio es juego constante y en la literatura es jugar con el lenguaje y las palabras, crear frases que luchan contra la esclavitud de la lógica y el sentido común. Twain fue un gran jugador de eternas frases ingeniosas, de palabras reunidas bajo el epígrafe del humorismo, puesto que para él, "humorismo es el aspecto jovial de la verdad".
Mark Twain habla de su nacimiento, riéndose de las estadísticas y de sí mismo cuando dice: "El pueblo se componía de un centenar de personas y yo aumenté la población en un uno por ciento. Es mucho más de lo que el hombre mejor de la historia podía haber hecho por un pueblo". Ahí está la fuerza del ingenioso autor, la brevedad y la rotundidad de una frase que explica un hecho común de una forma divertida. En el almanaque de Cabezahueca Wilson nos deja otra de sus frases lapidarias llenas de festivo humor: "Adán era hombre, esto lo explica todo. No deseó la manzana por la manzana en sí, sino porque estaba prohibida. El error consistió en no prohibirle la serpiente...pues entonces se la habría comido". De hecho Mark Twain escribió una de sus obras más divertidas basándose en el tema de la creación, su Diario de Adán y Eva es un escrito elaborado en forma de dietario donde el ingenio humorístico fluye con total precisión. Marina cita a Bajtin diciendo que "La parodia desmonta los ritos y las imágenes monoestilísticas de cuanto se convierte en estático y se erige en autoridad" y es que la parodia sobre la creación de Twain es ciertamente liberadora de creencias.
A veces su sentido del humor se convierte en comentario chistoso, como cuando afirma que "Dejar el vicio de fumar es la cosa más fácil del mundo. Lo digo con experiencia, porque yo lo he dejado mil veces". La levedad, es decir la ausencia de gravedad que proporciona el comentario jocoso pertenece a ese reino del ingenio que tanto frecuenta Twain. Pero también sabe navegar en los mares de la sátira, la burla y en ocasiones el sarcasmo, como cuando ataca a Webster, causante de su ruina editorial: "Webster era un buen agente general, pero no sabía nada de publicaciones y se mostraba incapaz de aprender nada sobre ello. Con el paso del tiempo me di cuenta de que se había comprometido a resucitar la Vida de Cristo de Henry Ward Beecher. Yo le sugerí que debería haberla intentado con la de Lázaro, porque ya se intentó una vez y todos sabíamos que se podía hacer".
Yo, que siempre he sido proclive a sentir admiración por los ingeniosos, reconozco en Mark Twain a uno de los grandes y leo atento su inteligente verbo, gozando en silencio con sus talentosos juegos.

14 comentarios:

  1. Cambia "Mark Twain" por "Carlos" en el último párrafo y hazlo mío.
    Por una vez llego el primero a clase.
    Tomo nota de "Diario de Adán y Eva".
    Un abrazo y felicidades por la entrada.

    ResponderEliminar
  2. La admiración es mutua por supuesto. El librito de Twain sobre "Diario de Adán y Eva" es muy pequeñito y se lee rapido. Recuerda en su tono desenfadado al "Sin noticias de Gurb", por lo que puede ser idóneo para estas fiestas de guardar. Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  3. Me divertí mucho con "Sin noticias de Gurb" así que, como acabo de terminar con "Siete Hombres", y como seguro que Jose ya se habrá hecho con "Diario de Adán y Eva", a ver si lo compartimos estas vacaciones.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Bueno Paloma me alegra verte por esta casa que también es tuya. Como ya dije, hay que tener cuidado con lo que recomiendo pues Jose lo devora y además te hace participe de su festín. Valdemar lo tiene publicado en una edición de bolsillo y como digo es lectura rápida y divertida (sin pretensiones). Por cierto, la obra de Mendoza también fue de mi agrado, ideal para que aflore la sonrisa (y la carcajada a veces), cosa que pocos escritores son capaces de conseguir. Besos para ti también.

    ResponderEliminar
  5. "No hay nada que pueda aguantar el asalto de la risa". Sabías que en los Estados Unidos hay un premio que lleva su nombre, Mark Twain Prize for American Humor, premio que se otorga a personajes que a través del humor han aportado algo a la sociedad americana.
    Mark Twain creía que el ser humano estaba dotado de la mediocridad más absoluta, aunque también le creía capaz de una brillantez sin límites. Fue un hombre comprometido con la justicia social, pero sobre todo con la locura. Además de ser el creador de personajes inolvidables, nos hizo un retrato de la sociedad sureña que difícilmente olvidaremos. A él debemos, como tú decías, que otros grandes siguieran sus pasos y nos retrataran esos personajes tan singulares del sur.
    Hablamos

    ResponderEliminar
  6. No sabía lo del premio Anabel, pero era obvio que para algo relacionado con el humor se le tenga en cuenta.
    Es cierto que sus retratos han quedado imperecederos y nos dan una idea bastante clara de la vida en aquella época. Además, como bien dijiste, recogiendo el habla popular de una forma natural.
    Ayer terminaba unos emocionantes capítulos escritos tras la muerte de su hija. Al lado del humorista, el escritor tan humano me ha dejado sin palabras. Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Carlos, estoy muy despistada y no sé si es por eso que hasta tu página ha cambiado de color, así como los muebles están trastocados. Será que ha cogido el solecito de estos días, que aquí luce espléndido. Pues también me gusta con este vestido, ¿qué te piensas?

    Corroboro lo dicho por José y no me repito, pero sí observar que me llegó al alma la facilidad con la que Mark Twain dejaba el vicio del tabaco. Igual que yo, jajaja. Siempre estoy dejando de fumar y, al menos descuido, echando humo como un dragón enfurecido.

    Por otra parte, hay un detalle que me ha encantado en tu entrada: la cita a José Antonio Marina. Ese primer libro suyo. "Elogio y refutación del ingenio", me gustó de cabo a rabo y creo que pone los puntos sobre las íes en muchas cuestiones confundidas por todos sin darnos cuenta, que una cosa es la inteligencia y otra es el ingenio y las frases de artificio. Después, le leí al ensayista toledano, al menos sus doce libros siguientes, que cogió carrerrilla el hombre. Pero, a excepción de su "Teoría de la inteligencia creadora", no me dejaron gran poso. Es decir, que debo estar espesa por las horas tempranas: que un divertimento absoluto los dos primeros ensayos. Luego, como toda vaca exprimida de más, las ubres ya no son tan sustanciosas.

    Un abrazo muy refuerte y disfruta de estos días.

    ResponderEliminar
  8. Los cambios vienen a cuenta de mi Isabel y le doy la razón. Por la hora, no se si la fiesta continua o la cama se hace pesada.
    Este libro de Marina me gustó casi todo (especialmente su capítulo dedicado al arte)y confieso que no he leído más, aunque tengo un par a la espera. Pero me da la impresión que el hombre ha puesto su máquina de producción a trabajar y no para y eso me hace dudar bastante, pues parece que quiere ser reconocido como el filósofo de moda, el que quiere tocar todos los temas con rigurosidad, aprovechando su buena capacidad de síntesis investigadora. Tu me confirmas mis sensaciones.
    En este caso, como cuando hable de Wilder, sus ideas me venían a cuento y por eso lo traje.
    Pues eso, que siga la fiesta porque la fiesta está en la calle amiga. Mi hermano se dirige para tu tierra y le he dejado un encargo que ya os comunicaré. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Al presentar dos entradas seguidas sobre el gran autor norteamericano un poco más y me pierdo esta. Honestamente reconozco mi desconocimiento sobre esta faceta casi de showman del autor. Sí que pienso que el humor es expresión de la inteligencia. Y sí que pienso también que Marina tiene negros a puñaos que le escriben sus libros. De lo contario no puedo entenderlo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Ramon, tenía muchas cosas para contar de Twain y por eso lo quise tratar en dos partes bien diferenciadas. Por como lo cuenta él mismo, tenía que ser un verdadero hombre del espectáculo capaz de abarrotar noche tras noche los teatros. Cada vez me cae más simpático este tipo porque lo siento un escritor cercano hasta en sus comportamientos.
    Lo de Marina se podría analizar con detenimiento (Isabel y Jose tendrían mucho que decir) pues parece el señor de los best-sellers filosóficos. Aún así, confieso que este es un buen libro, ¿o será que el tema me atrae mucho? No sufras tanto con los encapuchados Ramón. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
  11. Qué bien. Vuelvo después de un silencio muy ajetreado e infantil y me encuentro con la casa recién pintada y además entrada sobre Mark Twain. Qué casualidad. Hace poco he estado releyendo El príncipe y el mendigo. Da gusto releer a ciertos autores y siempre pasarse por aquí, un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Es que Mark Twain siempre es un gusto de lectura y lo bueno es que hay muchos Twain posibles, el divertido (ese está casi siempre), el tierno, el sarcástico, el crítico...
    Me encanta tenerte por aquí siempre que tus obligaciones de madre te lo permitan. Un abrazo para tí.

    ResponderEliminar
  13. Después de leer estas estupendas entradas creo que voy a volver a los libros de Mark Twain.
    Me apunto el Diario de Adán y Eva, que no conocía.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  14. Mark Twain es lectura obligatoria (al menos en Estados Unidos donde tanto se le quiere). Aquí deberiamos aprender más de este gran clásico, pero sobre todo disfrutar de él. Un saludo generoso para ti, a la espera de tus nuevas entradas.

    ResponderEliminar