miércoles, 23 de diciembre de 2009

Un cajón de cuentos (III): El país de los ciegos de H. G. Wells

H. G. Wells pertenece a una edad de oro de la literatura británica, aquella que despunta a principios del XIX y llega hasta las primeras décadas del siglo XX. En esta época, hay tal cantidad de grandes creadores y obras que es fácil que algunos de nuestros libros de cabecera pertenezcan a ella. Probablemente, acudiré en muchas ocasiones para encontrar a mis tusitalas preferidos.
Parece ser que el encorsetamiento de la época victoriana obligó a los escritores a buscar salidas en la fantasía creativa y es por esto que se puede hablar de las islas británicas como una auténtica tierra de fantasmas y espectros.
Wells, que publicó sus obras más imperecederas a caballo entre el XIX y el XX, fue hijo de este tiempo y también se contagió de esa necesidad de escapar de la realidad. Su obra de ciencia-ficción (término acuñado con posterioridad por el escritor y editor americano Hugo Gernsback en 1926) es lo mejor que nos legó; historias contadas con sencillo vocabulario, pero con un gran poder imaginativo: La máquina del tiempo, La isla del doctor Moreau, El hombre invisible, La guerra de los mundos y tantas otras, que se convirtieron inmediatamente en clásicos y que conservan intacta la sensación placentera para cualquier lector. El mismo Borges confesaba : "Lamento haber descubierto a Wells a principios de nuestro siglo, querría poder descubrirlo ahora para sentir aquella deslumbrada y, a veces, terrible felicidad".
Pero Wells también fue maestro en la narración corta, dejando algunos libros de relatos realmente excepcionales, con una poderosa capacidad de inventiva. Sus pequeñas historias han sido el inicio de casi todo lo que la ciencia-ficción ha desarrollado después y es por eso que se le considera como fundador del género, aunque más nombrado que leído. Pero es muy probable que Wells superara todo eso, pues en sus historias está el germen de su obra posterior, de sus preocupaciones sociales: perteneció a la Sociedad Fabiana, cuyo objetivo era instaurar el socialismo de forma pacífica. Sus libros de relatos, que actualmente se pueden encontrar traducidos casi integramente, son un deleite para los amantes de las historias fantásticas y contienen piezas memorables, incluso un adelanto muy brillante de la sociedad que nos iba a presentar Orwell en 1984.
De todos sus cuentos destaca especialmente para mí El país de los ciegos. Es un relato que se presenta como una historia legendaria, donde el autor nos introduce con una brillante economía narrativa en el origen de este mítico país de fábula. La historia narra con perfecta verosimilitud la incapacidad de un hombre, que aparece accidentalmente en aquel paraje, para dominar a los "limitados" habitantes de aquel país, la imposibilidad de imponer la superioridad que da la visión en una sociedad cerrada: el protagonista se obceca en repetirse a sí mismo que "en el país de los ciegos el tuerto es el rey". Alberto Manguel también apunta con buen tino que la obra se puede ver como "la tragedia del profeta, del artista, del visionario, de aquel que por entender lo que otros no entienden, por ver lo que otros no pueden ver, es condenado al escarnio". En todo caso es un relato que nos introduce en otro Wells, quizás más alegórico, pero también de gran fuerza creadora, con un tono de fantasía menos científica.
Italo Calvino escogió este relato para su antología de cuentos fantásticos del XIX y Borges lo seleccionó entre sus grandes cuentos para su memorable colección de La biblioteca de Babel. El peso de ambos autores debería ser suficiente para recomendar su lectura.

7 comentarios:

  1. Hola:
    Te devuelvo la visita, y te felicito por tu blog. Es una rara casualidad, pero no has tratado de NADA que me disguste. Es muy raro hallar en un blog alguien que escriba sobre Wells, Buzzatti y... Jean Ray. Sin contar con la admiración que le profeso a Saul Bass (del cual espero que hayas visto su película larga Phase IV).
    En fin, que si deseas intercambiar enlaces, yo estoy encantado de ello.
    Un saludo, y ánimos!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras y te aseguro que volveremos a encontrarnos, pues repasando tu blog también yo he comprobado que hay muchos intereses comúnes.

    ResponderEliminar
  3. He llegado hasta aquí por casualidad, veo que hablas de "El País de los Ciegos", hablas de Borges, de Italo Calvino,de la Biblioteca de Babel, no mencionas "El ojo sin párpado" pero como si lo hicieras. Me quedo, de aquí no me muevo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Veo que tú también sabes catar a los buenos."El ojo sin párpado" (mencionado en otra entrada)también es referencia para mí y creo que junto a "La biblioteca de babel" supone la contraseña secreta con la que nos entendemos los buenos aficionados al fantástico. Agradecido de compartir aficiones.

    ResponderEliminar
  5. Tenemos una Navidad muy victoriana, como debe ser. A éste también me lo pido. Yo tuve la felicidad (citando a Borges), de descubrirlo relativamente tarde. Mi favorita es El hombre invisible. A mí la fase en que se pone socio-filosófico me fastidia, aunque es digno de su talento el hecho de que no la mezclara con la otra. Al César lo que es del César. No había leído el cuento del que hablas, a pesar de que tengo la recopilación de Calvino. Después de leer el argumento entiendo de dónde viene la única idea interesante que ha tenido Saramago y que, por cierto, convierte en una historia angustiosa y horrible. Ya decía yo que no podía ser suya.
    Pongo El país de los ciegos en mi lista urgente de lecturas por hacer.

    ResponderEliminar
  6. Es que una elección británica de ese período es un acierto seguro.Yo también prefiero sus fantasías, que no obstante si creo que tienen un ligero toque de preocupación social (nada molesto). No tengo ninguna duda de que este cuento también supondrá un feliz descubrimiento.
    Gracias por tu paso por aquí, lo cual significa que ya estás en plena marcha.

    ResponderEliminar
  7. Ah, por cierto, se me olvidaba recomendarte una página, por si no la conoces ya: The Victorian Web. Tiene mucha información y artículos interesantes sobre todos los escritores victorianos.

    ResponderEliminar