lunes, 7 de marzo de 2011

El humor negro de Roald Dahl


Se ha reconocido con justicia que Alfred Hitchcock fue el cineasta que mejor accionó los resortes del humor negro. Recogiendo toda la tradición literaria de los países anglosajones -encabezada por autores tan modélicos como Saki o Ambrose Bierce- supo transmitir a sus historias ese punto mordaz y ese tono oscuro que anida en el alma humana. En sus películas juega con los personajes, sometiéndolos cruelmente a una batería de dificultades que desembocan al final de un sinuoso laberinto malsano. Es sabida la afición de Hitchcock por las historias siniestras, macabras y sorprendentes que le llevaron a seleccionar y prologar numerosas antologías de relatos crueles e impactantes. Pero además, se le recuerda en este terreno por una exitosa serie de la CBS emitida entre 1955 y 1962; se trata de la modélica Alfred Hitchcock presenta que constaba de 265 episodios y que cimentó su fama de director con sentido del humor macabro y satírico. Todos los episodios contaban además con sus antológicas presentaciones que han quedado como un icono televisivo único y eran introducidos por la Marcha fúnebre de una marioneta de Gounod -sabia elección que nos anticipa la idea de seres humanos dirigidos por los hilos de un destino cruel-.

Aunque la mayor parte de los episodios presentados por Hitchcock pertenecían a obras y autores poco reconocidos, hay que retener un nombre muy especial que paseó varias de sus historias, guionizando incluso algunas de ellas. Se trata de Roald Dahl, el mejor continuador de la tradición humorística y fantástica británica. La calidad del trabajo de Dahl hizo que  Hitchcock dirigiera hasta cuatro de sus historias más recordadas -cifra muy considerable en proporción a los 19 episodios que se encargó de filmar en la serie que presentaba-.
Roald Dahl es reconocido y admirado por sus libros para niños. Los más conocidos: Charlie y la fábrica de chocolate, El superzorro, Las brujas, Matilda, James y el melocotón gigante o Cuentos en verso para niños perversos lo han convertido en el último gran clásico de la literatura para jóvenes y niños. Pero al lado de esas obras que contienen una sólida carga crítica contra las múltiples variantes de la estupidez humana, sobresale  una obra para adultos llena de fantasía y especialmente de un humor negro que retrata y combate las debilidades y miserias del ser humano. Son colecciones de cuentos que me siguen pareciendo memorables, como Relatos de lo inesperado, Historias fantásticas o Los mejores relatos de Roald Dahl, porque contienen el placer de las historias narradas por un gran contador de cuentos, por un escritor que domina las reglas que él mismo prescribe con amplio sentido del humor: "He aquí algunas de las cualidades que debería poseer o tratar de adquirir si desea convertirse en escritor de ficción:
1. Debe tener una imaginación viva.
2. Debe ser capaz de escribir bien. Con eso quiero decir que debe ser capaz de hacer que una escena cobre vida en la mente del lector. No todo el mundo posee esta habilidad. Es un don que sencillamente se tiene o no se tiene.
3. Debe tener resistencia. Dicho de otro modo, debe ser capaz de seguir con lo que hace sin darse jamás por vencido, hora tras hora, día tras día, semana tras semana y mes tras mes.
4. Tiene que ser un perfeccionista. Eso quiere decir que nunca debe darse por satisfecho con lo que ha escrito hasta que lo haya reescrito una y otra vez, haciéndolo tan bien como le sea posible.
5. Debe poseer una gran autodisciplina. Trabaja usted a solas. Nadie le tiene empleado. Nadie le pondrá de patitas en la calle si no acude al trabajo y nadie le reñirá si hace usted el vago.
6. Es una gran ayuda tener mucho sentido del humor. Esto no es esencial cuando se escribe para adultos, pero es de vital importancia cuando se escribe para niños.
7. Debe tener cierto grado de humildad. El escritor que piense que su obra es maravillosa, lo pasará mal.".
En sus relatos, la crueldad, no exenta de humor, a la que somete a sus personajes se convierte en una especie de justicia literaria pues los espabilados habitantes de algunas de sus historias son abocados a un inesperado desenlace de tono malicioso. Sus historias son una conjugación perfecta de buen ritmo narrativo y vivos diálogos que desembocan en esos finales sorprendentes e imprevistos, donde el humor macabro y negro se convierte en la solución adecuada para solventar los problemas derivados de las relaciones humanas, especialmente de pareja.
Los cuentos de Roald Dahl merecen ser contados porque poseen ese don poco común  de revestirse con más detalles a medida que se van relatando. Su verdadera magia está en la perfección de sus argumentos que hacen sentir al lector que está escuchando una vieja historia o anécdota de las que tejen la imaginación del mundo. En Dahl se conjugan la pasión de un narrador de raza y el humor necesario para sostenerla y por ello aconsejo unas buenas dosis de su literatura.

23 comentarios:

  1. Querido Carlos:
    Roald Dahl fue uno de esos autores que descubrí gracias a acompañar las lecturas de mis hijos. En mi infancia, no existía. ¡Ojalá los tuviera aquí para poder ser más generosa en esta entrada! Pero esos libros (de ellos) están en el zulo del Raval; Nico, en Berlín; y Adrián, de paseo con su chica.
    Gracias por la provocación. Porque volveré a Dahl.
    En fin, no soy cinéfila y ya ves el sarao que se montó a raíz de un comentario elemental en mi última entrada, pero... pensé que la versión cinematográfica de "Charlie y la fábrica de chocolate" no le hacía justicia a Dahl.
    Pero ahí... tienes tú la palabra.
    Abrazos!

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  2. Recuerdo que lo trajiste una vez por tu blog Ana y fue una de las primeras veces que me sentí afín a tus lecturas. Si tus hijos crecieron con Roald Dahl es que crecieron con lecturas inteligentes, pues este autor tenía la facultad de no menospreciar la inteligencia y el buen humor de los niños. Me alegra provocar tu lúcida mente para que vuelvas a Dahl. Yo me lo he pasado bien contando sus historias en casa y el trabajo.
    No me disgustó la versión realizada por Tim Burton porque entre parafernalias conserva la visión crítica de Dahl, pero la mía es una opinión más.
    He seguido el sarao en tu blog y no puedo opinar sobre la película en cuestión porque no la he visto, aunque he oído más voces en el sentido que tu apuntas y teniendo en cuenta que el guionista es el habitual del Ken Loach más discursivo pues no se, no se.
    Un abrazo.

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  3. Hola Carlos.
    Ya tenía a Roald Dahl en la lista de autores con los que iniciar a mi hija, cuando vaya creciendo, en la literatura. Después de tu recomendación en mayor medida.
    En cuanto a los cuentos de Dahl que he leído pues me parecieron tecnicamente muy buenos, pero no me llamaron especialmente la atención. Son muy sorpresivos, si, pero prefiero la emoción a la sorpresa. El cuento de efecto no es lo mío. Con decirte que "El almohadón de plumas" de Quiroga no me parece gran cosa...Aunque si, me dio asco, de acuerdo. En ese sentido es un éxito, porque Quiroga quería dar asco en ese cuento. Claro que también se puede decir que "El extraño caso del Sr. Valdemar" es un cuento de efecto y ese si me parece una obra maestra. Además ¿que es un cuento de efecto? Peliaguda pregunta. Quizás el que te sorprende al final, y toda su tensión narrativa se encaminaba a esa sorpresa, frente a otro tipo de cuento, que te sorprende de principio a fin, o no te sorprende, simplemente te fascina, o te reconoces en él, o te hace más sabio. No se. Son temas difíciles.
    Hay un cuento de Dahl, sin embargo, que está entre ese centenar (por decir una cifra)de cuentos que se te graban en la mente y no los olvidas, aunque los leyeras muy jóvenes.
    Es un relato fantástico, como no, que se llama "La máquina del sonido" y me parece algo fascinante y conmovedor, y da cuerpo a una idea que me asaltaba cuando era niño; la idea de que el sufrimiento universal es todavía más universal de lo que pensamos. Y no digo más, para el que no lo haya leído.
    Un saludo.

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  4. A este autor le tengo una admiración especial como se la tengo a todos los escritores que son capaces de entender el mundo de los niños.
    Pero como yo no soy la experta le he preguntado a una experta en sus libros, Sofía (Willy Wonka). Según ella lo que verdaderamente le atrae no son las historias que también, sino como cuenta esas historias, concretamente me ha dicho que él es especial porque sabe lo que le gusta a los niños y que no todos los escritores de libros para niños lo saben, ¿qué más decir?.
    Respecto a la versión cinematográfica me quedo con la de Mel Stuart, es decir con el magnífico musical. Esa pelí la pusieron un sábado en sesión de tarde y a mí nunca se me olvidó, la casualidad hizo que volviera a ella para ensayar con mi hija todas las canciones del musical.
    Por cierto hace tiempo que no te escribía un comentario y lo siento más por mí que por ti, pues yo sé que tú sabes que yo te leo. Nada que me cuesta concentrarme y escribir algo con sentido.

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  5. Roald Dahl ha sido todo un descubrimiento para mí en sus "Relatos de lo inesperado", y ha sido así gracias a ti y a tu buen ojo, Carlos.
    Gracias, gracias y más gracias.
    Y un besazo.

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  6. Manuel, el Roald Dahl de literatura infantil es sin lugar a dudas imprescindible porque con un humor inteligente sabe adentrarse como pocos en el mundo de la fantasía. Respecto al tema de los cuentos de efecto, te comprendo pero aún así creo que Dahl es mucho más. Sus relatos estan muy bien escritos como bien dices, pero además hay una carga irónica y crítica que los convierte en algo más que simples cuentos de efecto. Sus sorprendentes finales buscan ajusticiar a mediocres arribistas e insolidarios y por eso es un humor negro saludable. De todas maneras entiendo que hay gente que no le atraen este tipo de historias (quizás debamos buscarle algo más a las piezas). Pasa lo mismo con los relatos de Quiroga a mi modo de ver.
    No recuerdo el relato que citas y lo buscaré. Para corroborar lo que yo siento, te invito a leer por ejemplo "El cisne" que aún conteniendo un final de tono fantástico, me parece una de las historias más duras sobre crueldad infantil que haya leído.
    Gracias por tu interesante aportación Manuel. Un saludo.

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  7. Nadie mejor que una niña (con un estupendo sentido crítico) para valorar a un autor que escribe para niños. Su reflexión es incontestable y tu sabiduría para saber entender a los escritores que mejor narraron para niños ya la conocemos. Como decía en sus reglas básicas, con los niños es necesario el sentido del humor y este señor lo desarrolló a raudales, uniéndolo a una fantasía desbordante en un espacio real.
    No te preocupes por los comentarios, pues me vale saber que me lees ya que estos escritos siempre te tienen como referencia.
    Un beso.

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  8. Me alegro que te lo pasaras bien con estos relatos Isabel. Son un pasatiempo muy entretenido y de una mordacidad malsana en muchas ocasiones. Un abrazo.

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  9. Por cierto la serie de Hitchcock me encantaba y este capítulo que nos has traído aquí lo he disfrutado mucho. Que bueno saber que Hitchcock y Dahl fueron partners.

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  10. Con la excusa de esta entrada, he estado repasando algunos capítulos de la serie que tengo en DVD y los hemos podido visionar en familia. Te puedo asegurar que los niños se han mantenido pegados a la pantalla. Además me han hablado de Hitchcock como ese señor humorista que presenta las historias y es que realmente las presentaciones son una delicia. Ciertamente, creo que Hitchcock encontró afinidad absoluta con Dahl.

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  11. Estos episodios televisivos serían mucho menos interesantes sin las presentaciones (y las conclusiones) de Hitchcock.
    ¡A ver cuándo se deciden a editar la serie completa en DVD! Si no me equivoco, de momento en España sólo lo han hecho con las tres primeras temporadas.
    Curioso lugar de trabajo el de Dahl: un contrachapado verde de canto romo apoyado sobre los propios brazos del sillón en el que se emplaza el amanuense, de modo que tiene que desmontar el escritorio cada vez que se sienta o se levanta. En semejante postura no me extraña que sea capaz de cumplir con el tercero de sus preceptos.
    Grandiosa entrada, Carlos.
    Un abrazo.

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  12. Me he reído a gusto con tu ingenio Jose. Aunque en su defensa diremos que era un tipo más bien muy alto y que probablemente no había mesas de escritorio adecuadas a sus largas piernas (te lo dice uno que sufre las mismas consecuencias y de hecho estoy pensando en adoptar sus formas porque las derivadas del modelo Twain me tienen los riñones baldados).
    Yo también espero que completen la serie (estaba pendiente de salir la cuarta temporada)porque es una de esas que me gusta tener. Las presentaciones son verdaderamente un modelo sólo al alcance de un genio como Hitchcock. Enorme tu comentario como siempre.
    Un abrazo.

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  13. Lo dicho, siempre das en la diana, profe. Mis hijos también lo conocen.

    Me entero por ti de la relación entre Hitchcoock y Dahl. Este capítulo que nos traes me ha parecido delicioso. Destila un humor que nos recuerda al cine negro: "No es un mal tipo, solo lo intenta". Una vez más has sabido escoger.

    También creo, como Ms. Frutos, que la chocolatada de Mel Stuart es más sabrosa que la de Burton.

    Un abrazo.

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  14. Antes que nada:
    Que buena la foto con la que abres el post. Me encanta.
    Dahl es todo un maestro del relato y además en el mundo del cine ha sido especialmente bien tratado, probablemente por las cualidades casi "guionescas" de sus relatos. Mis hijas habran visto 50 veces la versión nueva de Charlie y la fábrica de Chocolate y unas 3 veces la antigua (conectan menos con la imagen de Gene Wilder, aunque a mi me encanta. Pero el record se lo lleva Matilda. La pequeña la puede haber visto 75 veces (y corro riesgo de quedarme corto). Los relatos maravillosos. Solo hay uno que me defraudó: "Charlie y el ascensor de cristal" (la continuación de "Charlie y la fábrica de chocolate". Sus libros en Inglaterra se venden sobre todo para niños literalmente a montones. Cada uno de ellos tiene un monton en el suelo que alcanza considerable altura. Alli (en la librería Foyles que comentaba Elena en su post), vi a varios padres con sus hijos tirados en cojines en el suelo, leyéndoles a Dahl.

    Sus relatos para adultos igual de maravillosos.
    Todos los de cierta edad crecimos con la serie de Hitchcock. Esa musiquilla....
    Gran autor.

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  15. Pues prueba con más Dahl (o más Hitchcock) que hay mucha mala baba por ahí maestro. Sus "Relatos de lo inesperado" que le pasé a Isabel son pura diversión y además idóneos para contar desde ese butacón junto a la ventana.
    Confieso que no he visto la versión de Mel Stuart, pero también he leído por algún lado que a Roald Dahl no le pareció fiel al espíritu de su obra (aunque se encargara del guión).
    Un abrazo.

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  16. Pues sí Oscar, nos decidimos por esta foto mi mujer y yo porque decía mucho de Dahl (y eso que hay varias de él en esa poltrona trabajando).
    Veo que vuestro amor por este autor es excesivo, pero en este caso la adicción es positiva. Es ciertamente un autor muy apto para pasar a las imágenes y de ahí que casi todas sus obras infantiles hayan tenido esa suerte (o no). Pero claro, siempre es mejor la lectura.
    Roald Dahl es un best-seller infantil (también me lo comunica mi hermana desde Nueva York) pero con toda justicia. Los niños saben con quien disfrutan más al fin y al cabo.
    Un saludo.

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  17. No puedo opinar gran cosa de Roald Dahl porque no lo leído, aunque sí he visto algunas de las versiones cinematográficas que se han hecho de sus historias. La fábrica de chocolate me resulta algo estridente, no sé por qué; pero pienso que el mensaje que se transmite en ella es muy positivo para un espectador joven que la vea con cierto criterio. Sí me parecen estupendas, sin embargo, las recomendaciones que traes a tu entrada sobre cómo debe ser el oficio de escritor, y no puedo estar más de acuerdo con Roald Dahl.
    Un autor más a la lista de pendientes. A este paso me temo mucho que no daré abasto con tanta literatura que acumulo.

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  18. No te has de atemorizar ante la pila (así la llaman terroríficamente en algún foro) de libros que se te acumula. Piensa que te permite elegir entre mucho bueno y ya está, porque es evidente que con una sola vida (y larga) no da para mucho, a no ser que hagas lectura rápida como algunos. Mejor paladearlos.
    Como lectura para tu hijo es una buena recomendación y como lectura de adultos, una lectura muy amena porque Roald Dahl lo hace fácil con su forma de escribir y con sus historias que tan bien enganchan. Cualquiera de sus muchos relatos puede ser sorprendente y si te atreves con uno, lo mismo repites. Pero nada de agobios que la literatura se debe disfrutar.
    Un saludo.

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  19. Durante una época, mi hijo pequeño sostuvo contra viento y marea que Roald Dahl era el mejor escritor del mundo. Naturalmente, devoró todo lo suyo, y más que hubiera habido. Certifico, pues, que es una lectura excelente y estimulante para los niños. A mí también me gusta, desde luego, pero me pasa en cierto modo como a Manuel, que los cuentos de efecto me saben a poco. Soy más de la línea Chéjov-Cheever-Carver, donde lo importante es la atmósfera, no la sorpresa (a veces no pasa nada). Pero sí que recuerdo haber visto muchos de los episodios de "Alfred Hitchcok presenta". Como yo era pequeña en aquel entonces, ignoraba que Dahl era el autor de algunos de los guiones. Los recuerdo como impactantes.
    Y estupenda la foto, me ha encantado.

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  20. Elena confirmas que los niños han entregado su corazón a un escritor como Roald Dahl y eso dignifica mucho a este autor.
    A mí también me gustan cuentistas como Chéjov, Cheever, Maupassant o Kipling pero creo que Dahl también es un buen autor, aunque no sea al mismo nivel. Como he dicho antes lo que más me gusta es que sus cuentos se pueden narrar fácilmente y eso ayuda para motivar a la lectura (por ejemplo para utilizarse en las clases son muy impactantes).
    La serie de "Alfred Hitchcock presenta" es una de esas por la que no pasan los años y aunque ahora la ficción televisiva está en un momento deslumbrante, podría tener un pequeño rinconcito. Además en Cataluña también se pasó una serie basada en sus historias que creo que se titulaba "Histories imprevistes". De hecho la mayor parte de sus "Relatos de lo inesperado" han pasado a la pequeña pantalla. Un saludo.

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  21. hola Carlos!!
    estupenda introducción a Dahl, y a Hitchcock, la serie al aconocia y me apasionaba, siempre historias truculentas con moraleja "hitchconiana".Fui un gran seguidor de la serie y de las pelis del orondo alfred, enemigo(?) de las rubias. En cuanto a Dahl, conocia matilda y la fabrica de chocolate y como tu dices " lecturas inteligentes" El humor inglés, en versión divertida y no tan previsible como podia serlo PH wodehouse.Enfin gracias por el capitulo de Alfred hitchcock presenta.

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  22. Alberto, es fácil apasionarse con Hitchcock porque fue muy grande (y no sólo orondo). Esa serie es fascinante por sus historias, pero creo que sus presentaciones valen su peso en oro. En esa época Hitchcock no era tan valorado y tan sólo se le veía como un director comercial (todavía tenía que llegar Truffaut para ponerlo en su sitio con su fundamental libro de entrevistas) y por su serie era incluso criticado, pues ya se sabe que existía guerra cine-televisión. Hitchcock demostró ser un adelantado incluso en ese medio.
    Te recomiendo esas historias de Dahl porque conectan bien con tu sentido del humor (si las necesitas sílbame). Gracias a tí por pasarte. Un saludo.

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  23. hola, matilda escrito por Roald Dahl es un cuento maravilloso? o que tipo de narración tiene?

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