lunes, 27 de septiembre de 2010

La vida en broma

"Carecer de humor es carecer de humildad, es carecer de lucidez, es carecer de ligereza, es estar demasiado engreído, demasiado engañado con respecto a uno mismo, es ser demasiado severo o demasiado agresivo, es carecer, casi siempre, de generosidad, de dulzura, de misericordia..." nos dice André Comte-Sponville en su Pequeño tratado de las grandes virtudes.
El humor es una manera como otra de acercarse y dejarse ver en este mundo, muchas veces menospreciada porque no es serio tomarse las cosas en broma. Pero hay que mantenerse alerta con el humor, pues a veces es utilizado simplemente como arma destructora, como burla irónica y sarcástica generadora del más profundo odio. Para mí el humor sólo es fiable cuando el que lo ejerce es tan humilde como para empezar riéndose de sí mismo.  Creo que es un buen signo de salud mental saber encontrar un lado divertido en todo, pero evitando la confrontación y la inquina (quizás exceptuaría la ironía contra los poderosos y los soberbios, para mostrar que el lenguaje inteligente puede superarlo todo).
Aprecio el buen sentido del humor y admiro a los ingeniosos que son capaces de reírse de lo más serio en el nombre del sinsentido y que además comparten su buen humor con los demás, pues como decía Stevenson "si lo deseas, puedes leer a Kant tú solo; pero una broma tienes que compartirla con alguien más". Cuando alguien ha comprendido la ligereza de su paso por el mundo, es capaz de mostrarnos que nada tiene un valor inamovible y el humor es la herramienta ideal para probarlo.
De los grandes humoristas ingeniosos que hemos tenido en el siglo que se escapó quizás sea Groucho Marx el más conocido y reconocido; pero además, creo que Groucho y sus hermanos (me refiero a Chico y Harpo, pues Gummo y Zeppo siempre fueron comparsas del inmortal trío) pasaron la vida demostrando que ser bufones y reírse de sí mismos también era una postura posible para encararse con una vida que no era nada fácil y que el humor era una vía de libertad. En las descacharrantes memorias de Groucho tituladas Groucho y yo, éste pasa revista a la vida familiar y personal desde una óptica tan grotescamente divertida que uno piensa que sus vidas fueron una broma continua o al menos así se la tomaron.
Paradójicamente en el cine sonoro, donde la palabra era tan poderosa para el humor, Harpo Marx fue capaz de hacernos reír con la fuerza de la expresividad de su rostro y cuerpo (algo que sólo volvería a lograr Jacques Tati a su manera). Su gabardina atesorando los más insospechados objetos y su alocado y desestabilizador comportamiento hicieron las delicias de los surrealistas, entre ellos Salvador Dalí, quien le regaló un arpa con alambre de espino que Harpo tocó ante el emocionado pintor.
Chico Marx pasa por ser el más incomprendido de los tres, porque quedó siempre ahogado entre la genialidad gestual de Harpo y la verborrea de Groucho. En España además, el poder de sus diálogos basados en asociaciones y juegos de palabras quedó diluido por un doblaje que logró el despropósito de hacerlos más absurdos y surrealistas,  ya que los convertían en incomprensibles muestras de agudeza verbal.
Groucho siempre ha sido el más admirado de los tres hermanos, pues con sus geniales invectivas era capaz de desmontarlo todo. Se le quiere porque no es cruel (excepto con la sufrida Margaret Dumond que nunca acabó de comprender su sentido del humor), porque empieza por reírse de sí mismo para tomárselo todo a chufla y convertir sus películas en auténtico surrealismo vital. Es el creador de absurdos diálogos y de frases con un ingenio apabullante, aunque muchas veces se le han atribuido algunas que nunca dijo como en su famoso falso epitafio. Escribía Fernando Savater con gran tino sobre Groucho: "Las personas que se toman a sí mismas con perfecta seriedad van muy erguidas, inflexiblemente tiesas...por fuera y por dentro. En cambio, Groucho se desliza doblado entre los rígidos, como una alcayata sarcástica donde cada cual puede colgar el gorro de carnaval de su falsa cordura".
Pero además, como decía al principio, este trío de calaveras no sólo nos enseñaron a reír a través del cine, sino que practicaron su humor gamberro en una vida llena de divertidísimas anécdotas; no se tomaron nunca nada en serio y decidieron que el humor sería su forma de pasar por la vida.
Termino como empezaba con palabras de Comte-Sponville: "La inteligencia se burla de todo. Cuando se burla de lo que detesta o desprecia, es ironía. Cuando se burla de lo que ama o estima es humor. ¿Qué es lo que más amo, qué es lo que estimo con mayor facilidad? A mí mismo, como decía Desproges. Esto dice mucho de la grandeza del humor y de su escasez ¿como no iba a ser una virtud?".

14 comentarios:

  1. ¡Ay!, ¿Qué difícil nos lo pone ssiempre, Carlos, para corresponderte como te mereces.
    Me declaro Lectora Fiel, en cualquier caso!

    ¡Ojalá que también Puntual!

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  2. "A Dios le gustan las bromas".
    Esta cita de Isak Dinesen la empleé en mi debut como bloguero. Precisamente el título de mi primera entrada se titulaba "Seriedad".

    Lo de reírse de uno mismo es esencial.En esa primera entrada ya decía que es un privilegio que los amigos te tomen el pelo, ser el blanco de sus bromas y provocar sus risas.

    Esta entrada es otro regalo que nos haces. ¿Cómo te vamos a pagar?

    Un abrazo profe.

    P.S. Ya he tomado nota de Hogdson. Sólo conozco de él su relato recogido en Felices Pesadillas 2, el de la habitación gris. Estaré atento. Gracias

    P.S. Verás que he resistido la tentación de escribir alguna cita de Groucho. Y eso que conozco algunas.

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  3. Adoro la comididad de Harpo. También el genio de Groucho.

    Reivindiquemos el sentido del humor, Carlos. Pero también la autocrítica, que hay un sentido del humor que esconde más de lo mismo. Cierto que podemos reírnos desde la inteligencia o desde la alienación, y que nos encanta la primera. Pero me gusta no perder la sencillez en esa forma de reírme, porque de lo contrario la ironía acaba siendo tremendamente pretenciosa. Quizá por eso me gusta tanto Harpo.

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  4. Ana, la lectura ya es la mejor correspondencia. Dedicarme un poco de vuestro tiempo con buenos ojos me complace mucho. Un abrazo.

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  5. Thornton ya sabía de tu faceta bromista, juguetona y siempre divertida (otro detalle más que compartimos). Además demuestras siempre que te gusta compartir ese humor aunque sea a tu costa, lo que es para mí ejemplo fundamental de persona integra y admirable. Siempre he sido partidario del buen humor y por eso consideraba necesario hacer una loa a esas gentes que se niegan a llevar la cara fruncida aunque las situaciones sean adversas. Considera esta entrada como una declaración de principios. Un abrazo maestro.
    P.S.1 Yo también resistí la tentación de citar a Groucho, aunque no me privé de leer unas cuantas que circulan por Internet.
    P.S.2 Deduzco por tanto que no tienes Felices pesadillas 1 (que la desalmada Isabel si posee) porque allí hay otro excelente relato de Hope Hodgson. Bueno en Mares tenebrosos también hay un par, así que no te prives. Pero bueno ya estoy hablando demasiado de este caballero…

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  6. Tienes toda la razón Ramon. Ese humor es el más difícil porque como decía en la cita el humor verdadero parte del amor y no del desprecio. Aprender a reírse de uno mismo es tarea complicada, pero una vez conseguido creo que eres capaz de soportarlo todo. Creo que los tres hermanos, cada uno a su manera supo hacerlo; quizás Groucho lanzó más dardos envenenados, pero no olvidemos que su personaje siempre era el más satirizado. Hoy en día, sólo Faemino y Cansado se aproximarían a este tipo de humor. Un abrazo.

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  7. La "alcayata" de Fernado Savater me ha parecido sublime.

    Creo que el humor define e identifica a los pueblos más que las banderas, los himnos y la gastronomía. El nuestro tiene, creo, dos vías: la gruesa y la negra. Ésta última es la más inteligente y la cultuvamos como nadie. En cuanto a la gruesa, además de ser insufrible, tiene la virtud de ser racista, homófoba, xenófoba y machista.

    También creo que la ironía es la forma más difícil del humor, y últimamente mucha gente confunde su práctica con el cinismo, que parece haberse puesto de moda. Hoy en día no 'molas' si no eres cínico.

    Gracias por este buen rato, Carlos.
    ¡salud!

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  8. Hablador el retrato de Savater me pareció tan redondo que no pude dejar de traéroslo.
    Creo que das en el clavo con el tipo de humor que nos define, pero creo que el grueso es el más difundido por ser el más fácil y menos ingenioso.
    La ironía es todo un arte que han practicado multitud de buenos escritores, pero como dije pienso que se debe tener cuidado al utilizarla pues es muy fácil cruzar al sendero del cinismo y el sarcasmo (y eso deja de ser buen humor para ser mala leche con más o menos ingenio). Si además se practica contra los más desprotegidos no tiene gracia alguna (y me da que esto es lo que hace la mayoría). Un abrazo

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  9. Por mejores personas que me puedan parecer en un principio, siempre pongo bajo sospecha a los que se muestran indiferentes ante la música y a los que carecen de sentido del humor.

    Pero por favor, que nadie piense que soy un fiel seguidor de La Trinca.

    Me he reído mucho con la foto de Harpo, y qué decir de la de Chico, pues es un gesto que suelo hacer habitualmente, sobretodo cuando escribo alguna palabra con "ç".

    Una ben forta abraçada.

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  10. Bueno, bueno, Carlos, qué rato más agradable leyendo y compartiendo, qué gozada.

    Si me hablan de humor, me derrito. No concibo la vida sin humor y sin reírme y, por supuesto, empiezo riéndome de mí misma cuando me pongo tremenda y pesadota. Llega la sonrisa y ahí se acaban todos los males de este mundo.

    A los hermanos Marx los adoro. ¡Menudos ratos me han hecho pasar!
    Y qué decirte del gusto que me ha dado observar que hemos leído el mismo libro de André Comte-Sponville, su "Pequeño tratado de las grandes virtudes", para mí toda una obra maestra que devoré con fruición, a pesar de su humilde título. Hasta contagié a mi padre de mi entusiasmo y acabó pegado a ese libro como a una tabla de salvación.
    Parecido me ocurre con Fernando Savater. Disfruto leyéndolo, porque su sentido del humor me llena siempre.

    Reivindiquemos el humor inteligente en todos sus ámbitos. Yo no me canso de citar a estupendos escritores, hábiles en su manejo: Miguel Espinosa, Rabelais, Cervantes, Sterne, Calvino...

    Por último, decir que mis felices pesadillas puedo compartirlas con el Presi, si éste lo desea, y yo comparto las suyas.

    Besos, besos y más besos, que me voy de aquí con una sonrisa de oreja a oreja.

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  11. Me apunto a lo de la música Jose y lo de tu sentido del humor lo vuelves a demostrar cada vez que escribes. Tenía ganas de colgar esa foto de Harpo y de hecho fue una de mis primeras elecciones para la cabecera del blog, pero ha sido ahora el momento idóneo. Per tu també.

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  12. Bueno Isabel tu eres omnipresente, vengo de un sitio y allí estas, voy a otro y aquí que te veo.
    No podía imaginarte de otra manera, fiel a la sonrisa y el buen humor porque superar todas la crisis sólo se puede con ese sentido que tan bien llevas a cuestas.
    Me doy cuenta de que compartimos muchas cosas, aunque siempre me llevas bastantes pasos de adelanto (por algo eres más mayor y más sabia).
    El presi si quiere algo que lo pida por su boquita, aunque como yo creo que prefiere compartir tus sueños. Un abrazo con beso y otro para Andrés.

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  13. Isabel y Carlos, me refería a que era el único relato de Hogdson que había leído.
    Gracias por el ofrecimiento, pero tengo mis propias pesadillas.

    Un abrazo y un beso.

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